
También encontró una billetera y la abrió y había unos billetes pero lo que la sorprendió fue que había una credencial con la foto de una niña rubia con el nombre de Hilde Moller Knag, la misma niña de la postal y del pañuelo. En eso Sofía escucho ruidos y supuso que ya venía de regreso el filósofo entonces se salió corriendo y se llevó el sobre con ella, pero para llegar a la cabaña se necesitaba tomar una barca y cruzar el lago, pero la barca se le fue. Ella volvió a su casa y se sentía culpable por haberse llevado el sobre aún que hubiera sido para ella, por eso decidió escribirle una carta a Alberto donde le pedía perdón por lo que había hecho. Sofía también habla con su mamá y le dice que no tiene ningún novio y que visitó una cabaña en el bosque y su mamá le dice que ahí no vive nadie ahorita, que en el pasado vivió un hombre medio chiflado. Su mamá le comenta acerca de su fiesta de cumpleaños número 15.
Me gusta mucho cuando a Sofía le pasan este tipo de cosas por ejemplo el problema aún sin resolver que encuentra todas las cosas de esta niña Hilde, no sé qué relación tengan, pero bueno creo que eso más adelante en la novela lo vamos a descubrir.
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